miércoles, 11 de mayo de 2016

Quédate

Me has pedido tantas veces que te diga lo que siento por este dúo de almas que a ratos se quieren entre abrazos con sabor a calma. Me has dado tanto... apretones de manos con textura reconfortante, sonrisas con tirones hacia la felicidad instantánea y chistes contados a medias risas que completan los silencios cómplices de nuestras miradas.

Mi voz siempre amordazada por el pánico de mis pánicos, por el espanto de mis espantos, por el miedo de mis miedos. Porque mis perturbaciones tiemblan cuando llega para tomar el té el temor de que  mi vida te pierda, de que en volandas te marches, en que solo quieras enseñarme la luz de tu espalda desde la distancia, de que me conviertas en la mujer invisible por la que un día sentiste tantas cosas tan visibles que juro que casi las puedo acariciar...

Así que antes de que sea tan tarde que ya hayas echo la maleta con todos esos mimos nacidos en tu pecho que lloran mi nombre, antes de que el avión de tus metas haya despegado dejando en un atrás perpetuo el aeropuerto de mi corazón. Antes de que sea tan tarde que deba dibujarte a cada tantas horas en papeles inmaculados para poder volver a verte. Permíteme susurrarle  a tus "te quiero" que nunca estuvieron solos, que siempre les acompañaba desde la distancia los míos. Que cuando compartimos el mismo espacio no tengo mente para nada más que no seas tú y tus locuras, tú y tus problemas, tú y tus manías, tú y solo tú. Concédeme la oportunidad de demostrarle a tu sombra que la mía siempre la ha abrazado con toda su ternura. Y que soy una persona independiente que anhela comenzar, caminar, luchar y llegar a sus sueños contigo a su lado. Dale la oportunidad a tu desazón de conocer que mi alma se cree que es un pirata que encontró el mayor de los botines desde el día en el que te conocí. Por eso, de cuando en cuando me gusta tanto robarte besos, porque es la mejor de las maneras de disfrutar del tesoro más bonito del mundo, de ti.

Sólo me quedan cinco segundos antes de que te marches por la puerta, y las palabras, nerviosas, se golpean en mi voz para poder llegar a ti de forma precipitada. Pero consigo gritar la suplica de que te quedes, "por favor, quédate", porque quiero seguir siendo la cura de todas tus heridas, la cama donde tus miedos se tranquilizan, el fuego de todas tus pasiones, los labios donde te refugias del agobio del mundo cuando cae la noche.
Solo me quedan tres segundos y ya tienes medio pie fuera y los latidos de mi corazón maltratan furiosos la incapacidad de mis palabras de no saber detenerte. Corro y me estampo con uno de los mejores de mis vicios, tu mirada. Mis piernas, torpes, se enredan en forma de petición sobre la estrechez de tu cintura. Mi frente se pega a la tuya en un último intento de quererte telepáticamente .
Nuestros labios se alargan para intentar decirse más de cerca todos los segundos que se han extrañado, y por fin me armo de valor, por fin le digo a tu boca lo que debería haber pronunciado mucho, mucho antes:
"Quédate, porque mis silencios solo exclamaban con mayúsculas todo lo que te quiero. Quédate, porque te quiero seguir queriendo como si no existiera límite. Quédate, te quiero más que a los efectos secundarios de la felicidad, y eso, ya es demasiado. Quédate. Te quiero. Quédate."


4 comentarios:

  1. Expresas perfectamente lo que es una despedida. Lo he vivido y la verdad que las preciosas metáforas que haces describen el dolor que se siente al perder a una persona que amas.

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    1. Me alegra gratamente que te hayan gustado mis metáforas, te sorprendería la belleza que esconden algunos momentos, a pesar de que muchos sean dolorosos, y la magia que esconden, la cual solo se aprecia a veces viéndola desde otra perspectiva.

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  2. Eres increíble,todo lo que escribes me llega al fondo del corazón y tus palabras hacen que me emocione de principio a fin.Gracias.

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    1. Ni te imaginas lo me alegra saber que mis palabras llegan ahí donde se guardan todos los sentimientos y de que emocionen tanto. Miles de gracias por dedicarme un poquito de tu tiempo y por el comentario. Un abrazo enooorme.

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